lunes, 25 de marzo de 2013

Adaptarse o sufrir

Del asfalto al monte

En ocasiones resulta complicado definir un estado de animo o una situación y así sin más, lees algo y te sientes reflejado. Así fue como leyendo cosas por la red he visto esta definición y me ha gustado.
Adaptación al ambiente.- Es el proceso por el cual el organismo se va haciendo capaz de sobrevivir en determinadas condiciones ambientales.

Tras muchos kilómetros por asfalto, ahora hay que adaptar las piernas y también la forma de correr, al nuevo entorno y cual Camaleón intentaré mimetizarme con el que va a ser mi nuevo ambiente, el monte.

Camaleón camuflado
Si en el asfalto se busca un ritmo, que se intenta mantener constante durante toda la carrera, cuando corres por la montaña esto no tiene mucho sentido, ya que tan pronto estas  ascendiendo por una senda con un 20% de inclinación como  te lanzas en un vertiginoso descenso entre matorrales o te paras para comer o cruzar un río.
Lo del mimetismo era puramente literario y como la cuestión de imagen no me importa mucho, me voy a centrar en las características físicas para afrontar el nuevo reto.
Y en lo físico espero no parecerme en nada al Camaleón. Mas bien espero ser un Sarrio y poder recorrer los senderos de montaña con la gracia que les caracteriza.

Para intentar adaptarme a lo que me espera, voy a introducir cambios en mi entrenamiento.
  • Mayor desnivel: Intentaré incluir mas desnivel en todas mis sesiones de entrenamiento. Esto va a suponer buscar zonas de entreno diferentes, veremos como lo compagino con la vida familiar, me temo que sé la solución: madrugar más.
  • No solo piernas: Después del Maratón del Aneto del año pasado, aprendí que subiendo no sólo sufren las piernas, sino que también lo hacen los riñones, así que planifico un día a la semana para fortalecer todo el conjunto del tronco, abdomen, lumbares, dorsales y también brazos.
  • Agilidad: Después de tanto asfalto, cuando vas por el monte,  vas lanzado y de repente te encuentras una roca que intentas esquivar, ahí estás tú, mas rígido que una tabla de planchar intentando no salirte del camino... En una carrera de montaña, son muchos los obstáculos que te puedes encontrar. Para intentar mejorar, incluyo un día a la semana técnica especifica para bajar por senderos. Aprovecharé este día para hacer cuestas e ir perfilando tanto potencia al subir como técnica al bajar.
  • Tiempo, no distancia: Si en un Maratón de asfalto se emplean algo más de 2h, más de 3h en mi caso, en uno de montaña esto se dispara y se duplica. Para intentar adaptar el cuerpo, las tiradas largas van a ser eso, precisamente largas, muy largas. Voy a tener que madrugar mucho, jejeje, si quiero que me sigan queriendo en casa. 
Son doce las semanas que quedan. Poco a poco os iré contando mi adaptación.

Veremos si entonces puedo desenvolverme con soltura por los senderos de la sierra de Guadarrama.


Vista de Bola del Mundo desde 7 picos


jueves, 7 de marzo de 2013

El vacio que deja el Maratón

Después de haber cruzado la línea de Meta, y habiendo asimilado los amargores de la carrera y la inmensa felicidad  de haber podido terminar, llega el momento de analizar.

Lo bonito de las carreras populares es que cada cual compite consigo mismo, y todos los que corren a tu lado son simplemente compañeros de la carrera, al menos ese es mi punto de vista. Pero dependiendo de lo que nos exijamos nosotros mismos el grado de satisfacción que nos puede aportar el haber terminado de una u otra forma puede variar enormemente.

Es extraña la sensación que me ha dejado este Maratón, es como un vacío, dolor, decepción, frustración,  pero han pasado unos días y ya quiero más. ¿Será esto algo parecido a un parto? He oído a muchas amigas decir, después de dar a luz, que no pensaban repetir la experiencia y poco después volvían a tener una criatura en el vientre...  curioso el ser humano ¿o es simplemente que lo que llega después del sufrimiento es tal que compensa todo lo padecido?

Inicie este blog para que me sirviese de diario y recordatorio para futuras carreras y excursiones, para tener por escrito lo que mi corta memoria es incapaz de retener, y eso es precisamente  lo que en este post voy a tratar de hacer...

Primero la carrera.


Me sobro medio plátano en el desayuno, error de principiante nunca había desayunado un plátano entero, los primeros kilómetros note que se me repetía.
Calambres, eso me paso en el Maratón del año pasado en Madrid y por ello a plátano diario durante tres meses para preparar el de Sevilla, ¿ sirvió?
¿Qué pudo ser la causa de mis problemas musculares?  he pensado en ello y he aquí una lista
Posibles causas de la lesión:
  • Falta de entrenamiento
  • Entrenamiento mal realizado
  • Salir demasiado rápido
  • No hidratarse bien (aunque en ningún momento sentí sed)
  • Los analgésicos de la semana anterior
  • Las dos últimas semanas prácticamente en blanco
  • El tobillo torcido (no creo ya que no me molesto en la carrera. Eso si al día siguiente lo tenia hinchado)
  • No estoy preparado para distancias tan largas
  • El cocido del sábado (no es la típica comida pre Maratón, pero que bueno estaba)
correr y beber
Me lo tiré todo en la cara

Me hidrate desde el principio, pequeños sorbos de agua o acuarios según el momento, aunque no es fácil beber de un vaso mientras corres.

En los entrenamientos practicas el beber, pero en una botella o con una camelback  y no tiene ni punto de comparación con hacerlo en un vaso.



La llegada me dejo un gusto amargo, a pesar de haber hecho mi MMP, pero haber llegado a falta de 3,5km de la meta en un ritmo como para reventar el crono y cumplir todas las metas que me había planteado para la carrera, te deja un sin sabor... aunque luego llegó la emoción por lo conseguido.


Los entrenamientos


Había programado un plan de entrenamiento que tal vez era demasiado ambicioso.
Plantearme correr 6 días a la semana, creo que no ha sido realista. Intento compaginar la vida familiar y mi afición, además con los compromisos laborales y familiares que tenemos todos.

He sentido cierta presión y ha habido días que salia sin ganas, aunque una vez iniciaba el calentamiento disfrutaba como siempre. En el fondo me gusta correr y cuando estoy en ello disfruto.
Yo pienso que para disfrutar en las carreras hay que sufrir en los entrenamientos y en esta ocasión me limitaba a cumplir con el calendario sin dar todo lo que podía en cada entreno.

Las series, tanto las cortas como las largas creo que si me han servido, 1h24 en la media es la prueba de que he mejorado el ritmo de carrera.

Aprender y mejorar, eso es lo que me planteo con este pequeño análisis de la carrera y entrenos. 

Ya en casa y en reposo obligado por los dolores musculares aparece un vacío, ¿Y ahora qué?

El sábado (6 días después) salgo a correr, no mas de 30' solo a trotar, enseguida me doy cuenta que no puedo. Decido reposar hasta el jueves, en total serán 11 días.

Este parón ha servido para encontrar de nuevo la ilusión y el nuevo destino.

El objetivo ya me lo había marcado en septiembre, el MAM (Maratón Alpino Madrileño), de nuevo un Maratón!

Eso sí hay que transformarse y adaptarse del asfalto a la montaña.

Parece que no soy el único que se va a reconvertir, he leído que Miguel  también tiene el mismo planteamiento, ¿será el tiempo? ¿será el nombre?

Ya no soy novato, el año pasado me estrene, no en este pero ya se lo que es correr 42km por el monte, curiosamente a pesar de estar casi 6h se me hizo corto, no me entendáis mal, en ese tiempo pasan muchas cosas, sufrir, parar, comer, beber, compartir y disfrutar pero como decía al principio ahora solo me acuerdo de lo bueno y ya estoy dispuesto para volver a disfrutar.